martes, 31 de diciembre de 2019

113

A esta entrada le corresponde el número 113. Y es una cifra que me suena bien para cerrar el año y la década. Sí, en 113 ocasiones me he sentado frente a esta pantalla para encontrarme con las palabras. Las que he recogido, las que he inventado o las que andan escondidas detrás de las imágenes. Hoy, a pocas horas de cerrar este 2019, puedo afirmar que, al menos en 113 ocasiones, me he sentido muy afortunada. 
Gracias a los que han compartido conmigo alguno de estos momentos. A todos, feliz 2020. 

C.M.SB.

¿?

lunes, 30 de diciembre de 2019

El lago


Como tantas mañanas, el hombre se sentó sobre la roca y contempló la tierra seca. Cuando sus ojos adquirieron el color del paisaje, cerró los párpados y se vio a sí mismo sobre esa misma piedra, mucho tiempo atrás, cuando las aguas nutrían con abundancia su caña de pescar y regaban generosamente los campos. Por mucho que se esforzara, no conseguía recordar en qué momento había ofendido al lago. Y, sin embargo, solo un terrible agravio podía haber provocado que el agua se apartara de él hasta desaparecer de su horizonte.
El hombre abrió los ojos y echó a andar. El camino era largo. Ahora las aguas ya no buscaban sus pies. Eran ellos los que debían ir a su encuentro.
La cabaña quedó atrás y el hombre se adentró en las tierras quemadas por el sol. Avanzaba despacio pues cada pocos pasos se detenía a escuchar las voces que le acompañaban en las últimas semanas. Las traía un viento joven e inesperado, una brisa fresca procedente del otro lado del mundo. Aquel hombre ya no estaba seguro de nada, pero habría podido jurar que aquellas voces le prometían luchar para que un día el lago regresara a su hogar.


C.M.SB.

¿?

lunes, 16 de diciembre de 2019

Se cierra un círculo

Lees la noticia en la que se anuncia el cierre de Círculo de Lectores y, como tantos otros, haces tu propio ejercicio de nostalgia. Por tu memoria desfilan aquellas tardes en las que os reuníais en torno a la revista para leer con detenimiento un montón de reseñas, para observar con deleite aquellas magníficas portadas que prometían historias que, pasado un plazo, podrían estar a tu alcance. Eran muchas, pero había que elegir. Aún recuerdas con nitidez el placer de esa decisión. Y la impaciencia con la que esperabas el momento de tener entre tus manos el libro elegido. Fueron muchas las lecturas que, gracias al Círculo,  te acompañaron en aquellos días. Entre todas ellas, destacas la de Momo. Sí, aún recuerdas la impresión que te causó aquella niña que caminaba descalza y de espaldas por una calle extraña y tomada por los relojes. La magia y el abigarramiento de aquella portada despertaron en ti el deseo de caminar tras los pasos de esa chiquilla, de adentrarte con ella en un mundo nuevo, construido con palabras y detenido para siempre en el tiempo de la infancia. 

C.M.SB.



domingo, 15 de diciembre de 2019

La mirada de los árboles

Gracias, hormiga Ana, por descubrirme la mirada y los rostros que se esconden en los árboles.

C.M.SB.




Fotografía: C.M.SB.

viernes, 13 de diciembre de 2019

viernes, 6 de diciembre de 2019

Extraordinaria belleza

Descubres la publicación de un libro titulado Árboles extraordinarios. Contiene ilustraciones del Royal Botanic Gardens de Kew (Reino Unido) y está escrito por Christina Harrison y Tony Kirkham. Al parecer, a través de sus páginas, se pueden conocer más de sesenta árboles singulares, muy valiosos por sus aportaciones a la civilización. Igualmente, el libro da a conocer las razones por las cuales miles de árboles están en peligro de extinción: la deforestación, la tala ilegal, la contaminación, el cambio climático...
El libro despierta tu interés puesto que, de un tiempo a esta parte, disfrutas de los árboles como nunca antes lo habías hecho: su presencia en los paseos, el movimiento de las ramas, el susurro de sus hojas, su juego de luces y sombras... Ellos te transmiten vida y serenidad, calma y energía. Y es tanta su generosidad que no puedes evitar preguntarte si alguna vez hemos sido merecedores de su existencia. De su extraordinaria, infinita y cambiante belleza. 

C.M.SB.



jueves, 5 de diciembre de 2019

Palabras para hoy

Todo lo social está sobrevalorado. Lo único que tiene verdadero valor es lo individual, lo personal, lo secreto.

(Joan Margarit)




miércoles, 4 de diciembre de 2019

Irreconciliables

Intentas tomar un café con calma, pero te lo impide la conversación que se desarrolla a tu lado. La mujer, irritada,  le recrimina a él que beba en exceso. De hecho, le hace un exhaustivo recuento de las copas consumidas a lo largo de una jornada.  El hombre se defiende. Tras el forcejeo, ella sale a fumar y, minutos después, regresa. La batalla comienza de nuevo y ahora es él quien le hace los reproches. Ella se encoge de hombros y afirma que, al margen de sus vicios, todo el mundo va a morir. Por primera vez están de acuerdo y ambos filosofan sobre la brevedad de la vida. La tregua se firma con una carcajada. Por fin parecen haber recobrado la paz. Y tú, ingenuamente, piensas que podrás terminar el café con la tranquilidad que necesitas. Error. La pareja se acalora otra vez. Su charla deriva hacia la meteorología y los pronósticos de uno y otro no coinciden. De hecho, son irreconciliables.
Definitivamente derrotada, apuras el café y sales a la calle.

C.M.SB.

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domingo, 1 de diciembre de 2019

Punto de encuentro

Te asomas al mes de diciembre con la esperanza de que cada uno de sus días te sorprenda con una idea, una reflexión, una sugerencia, una imagen o una buena historia. Sí, te asomas con la ilusión de recoger todo lo que la vida y el paisaje te ofrezcan. Para escribir y contar. Para volver una y otra vez a esta ventana, a este punto de encuentro.

C.M.SB.




Fotografía: La Porte Rouge

sábado, 30 de noviembre de 2019

Preguntas

Alguien que te conoce bien te envía esta foto. Piensa que va a despertar tu curiosidad, que va a arrancarte unas palabras. Y acierta. En cuanto la imagen llega a tus manos, las preguntas se formulan solas. ¿El miedo pertenece a quien ha escrito sobre el banco? ¿O simplemente les recuerda a los paseantes que, aunque detengan sus pasos y permanezcan inmóviles y sentados, el miedo va a seguir estando ahí, a su espalda, acechándoles? ¿La pintada se habrá hecho en la noche, cuando la calle está solitaria y silenciosa? ¿O a plena luz del día, desafiando las miradas reprobatorias de los que van a algún lugar? ¿Escribir la palabra forma parte de una liberación? ¿O más bien es una manera de amarrar el sentimiento a lo cotidiano?
Sí, sin ninguna duda,  quien te ha enviado la fotografía te conoce muy bien.

C.M.SB.         


Fotografía: M.G.B.

viernes, 29 de noviembre de 2019

Aplazamientos

El niño raro llegó al mundo con un mes de retraso. La demora en el nacer debió de imprimir su carácter pues el aplazamiento se convirtió en el mayor de sus vicios. Retardó su adolescencia y postergó hasta lo indecible la edad de la madurez. De igual modo, dilató la conquista y, cuando llegó el momento, más que padre fue abuelo de sus hijos. El día que la muerte llamó a su puerta, el anciano le suplicó que esperase veinticuatro horas más. Así pudo disfrutar de un amanecer más de los que le estaban destinados. Su entierro, como no podía ser de otra manera, sufrió un retraso deplorable a causa de las lluvias torrenciales provocadas por un frente jamás conocido en aquella extraña región sometida a una sequía de siglos. 

C.M.SB.

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jueves, 21 de noviembre de 2019

Impaciencia

Te sientas a leer bajo la luz del ventanal y te bastan unos minutos para olvidar el mundo que existe más allá de las palabras impresas. Y, sin saber cómo ni por qué, te asalta la impaciencia por hacer algo que no sabes concretar. De pronto, sin venir a cuento, te estorba el presente, el día de hoy, las tareas y los planes más inmediatos. De repente, ansías evadirte de lo próximo para buscar algo que ni siquiera tiene nombre y que quizás se esconde en el futuro. En tu impaciencia hay un regusto de felicidad, de alegría anticipada, de absurda seguridad. Sin demora, cierras el libro y echas a andar hacia la calle. Tal vez con la esperanza de acertar a reconocer lo que en algún lugar te aguarda.

C.M.SB.

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miércoles, 20 de noviembre de 2019

Horas

Pasan las horas y el día se convierte en un crisol en el que se van fundiendo las pisadas y los caminos, las palabras de otros y tu propia voz, el sonido de la lluvia y el humo del café, los rostros y las miradas, la prisa y la calma, los sabores y las tonalidades de las hojas. Pasan las horas y cada una de ellas te va acercando a este instante feliz.

C.M.SB.

Fotografía: C.M.SB.

domingo, 17 de noviembre de 2019

Frases que oigo en la calle (24)

Conversación entre dos fontaneros:

- ¿Qué hacemos hoy, Pinky?
- ¿Qué te parece si hoy conquistamos el mundo?


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lunes, 11 de noviembre de 2019

Palabras para hoy

Nadie es responsable de las fantasías que despierta en los demás.

La fuerza del destino
(Josefina Aldecoa)

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sábado, 9 de noviembre de 2019

Sensaciones

Sales de la oscuridad, del recogimiento de una sala de cine. Todavía guarda tu cuerpo el reposo de la butaca mullida, aún resuenan en tus oídos las últimas notas de la banda sonora. Todavía conserva tu mirada el poso de un tiempo remoto, ese tiempo recreado con minuciosidad en decorados, rostros, vestuario, palabras y calles. Sales de la penumbra de una sala ya vacía y, al empujar la puerta, atraviesas un largo pasillo iluminado por focos demasiado potentes, demasiado blancos. Al fondo se abre la inmensidad de un centro comercial. Traspasas otro portón y te recibe el relincho artificial de un caballito. También la voz de un coche que reclama un conductor, una moneda más para ponerse nuevamente en marcha. Observas los techos inalcanzables, las vigas que cruzan el espacio, las luces fijas, el cielo nocturno que se cuela tras los cristales. Pasas por delante de sillas y mesas vacías, del camarero que barre el suelo con gesto cansado. Te dejas llevar por unas escaleras mecánicas y desembocas en otro pasillo vigilado por la mirada perdida de los maniquíes. Y mientras caminas, te invade la extraña sensación de que la realidad ha quedado muy atrás: en la oscuridad de la sala. 

C.M.SB.


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sábado, 2 de noviembre de 2019

Descubrimiento

Descubres al dibujante, escritor y ornitólogo Lars Jonsson. Averiguas que, ya desde niño, sintió fascinación por la naturaleza y que el bosque se convirtió muy pronto en su segundo hogar. Lees que en la actualidad reside en la isla de Gotland, refugio natural de multitud de especies de aves. Desde ese lugar -cuyo nombre te lleva a pensar en un reino de leyenda o de cuento de hadas- Jonsson ha escrito e ilustrado el libro que lleva por título Aves que veo en invierno. El libro despierta tu curiosidad. También la despierta su autor, ese hombre cuya vocación consiste en la contemplación de los pájaros y en el estudio minucioso de su mundo. Envidiable profesión la de aquel que ocupa sus días en observar la naturaleza, en celebrar la libertad y la belleza de sus criaturas.

C.M.SB.

Editorial Errata Naturae

viernes, 1 de noviembre de 2019

domingo, 27 de octubre de 2019

Dos vidas

Una habitación de hospital. Dos camas. Dos vidas. Y más. Durante días, dos historias se mezclan en el espacio reducido de ese cuarto en el que se cruzan tratamientos, diagnósticos, visitas y esperas. La ciudad queda lejos, al otro lado de la ventana herméticamente cerrada. Desde el cristal, los ojos siguen el discurrir de las horas, las tonalidades del cielo, el parpadeo de las luces tras la caída del sol. Las horas pasan lentas y los días de la semana se confunden en una monotonía que haces tuya y que te conduce a pensar que no existen ni el pasado ni el futuro. Todo es inmediatez dentro del tiempo detenido entre esas cuatro paredes, en ese cuarto ventilado con aire artificial, con la respiración de esas dos vidas que se han cruzado por un juego del azar.

C.M.SB.

¿?

lunes, 21 de octubre de 2019

sábado, 19 de octubre de 2019

Sala de espera

Se detiene el tiempo en la sala de espera y los pensamientos inconexos van sumergiéndote en la parálisis, en el sopor. Hay cansancio en los rostros. Cansancio y dolor. Se mezclan conversaciones y pasos titubeantes. Las caras, desconocidas en su mayoría, se hacen familiares a fuerza de observarlas. En la sala de espera, el mundo se reduce y se concentra. La calle queda lejos y tu vida, esa rutina que construye tu día a día, queda atrapada en un paréntesis. Tu único anhelo es recobrarla y respirar.

C.M.SB.

¿?

lunes, 14 de octubre de 2019

Escritoras

Enid Blyton, Elena Fortún, Agatha Christie, Daphne du Maurier, Carmen Laforet, Hermanas Brontë, Carmen Martín Gaite, Isabel Allende, George Sand, Tracy Chevalier, Cristina Fernández Cubas, Ana Frank, Rosa Montero, Josefina Aldecoa, Carme Riera, Jane Austen,  Ángeles Mastretta, María Aurèlia Capmany...

A todas ellas (y más), gracias.

C.M.SB.

¿?

domingo, 13 de octubre de 2019

Duplicados

Cada mañana, el niño raro pasaba delante del muro. La pared se levantaba muy por encima de su cabeza. Imposible saber qué se escondía al otro lado. Al niño le gustaba pensar que, oculta tras la tapia, existía otra ciudad, un duplicado perfecto de la que él tan bien conocía. De la misma manera, imaginaba que otro niño, exactamente igual a él, caminaba en paralelo por la otra calle. Con idénticos zapatos e idéntico rostro. 
Una de aquellas mañanas, encontró una escalera apoyada contra la pared. Se detuvo y pensó que sería fácil trepar por ella y comprobar si sus fantasías eran ciertas o no. Sin embargo, tras unos instantes de vacilación, prefirió seguir caminando. Aceleró el paso y fingió no oír la voz gemela que le llamaba desde lo alto de una escalera, al otro lado del muro. 

C.M.SB.

¿?

viernes, 11 de octubre de 2019

Mitades

Una mitad de ti actúa, sonríe, habla, discute. La otra, en una especie de duermevela, toma distancia y flota, aislada. Para esa segunda mitad, se amortiguan los sonidos de la vida, se desdibujan los contornos, y objetos y personas adquieren la débil consistencia del algodón. Esa parte de ti, la que camina sonámbula en las horas del día, sólo reconoce la realidad de las palabras, de las escritas y de las que quedan por escribir. Sólo en el refugio de las páginas, tus dos mitades se encuentran y se reconcilian. Es ahí donde todo cobra sentido. 

C.M.SB.

¿?

jueves, 10 de octubre de 2019

Palabras para hoy

De piel adentro, soy el mundo. Lo que me rodea puede desaparecer en cualquier momento. Si yo me alejo, desaparece. Si se destruye ante mis ojos, desaparece. Yo soy el único mundo real, el único que siento como existente. Este pequeño mundo ambulante que transporto o que me transporta, flota en una atmósfera inestable. 

La fuerza del destino
(Josefina Aldecoa)

Sonia Alins Miguel

miércoles, 25 de septiembre de 2019

domingo, 22 de septiembre de 2019

Maraña

Construyes una maraña en la que sentimientos, emociones e ideas se mezclan y entrelazan. El quiero, puedo y debo se enredan sobre tu cabeza en un nido de contradicciones. Intentas mover los hilos, cambiarlos de lugar, deshacer los nudos.  La maraña tira de ti y consigue despegar tus pies del suelo. Ya sólo apoyas las puntillas. Miras hacia arriba y tus ojos juegan a encontrar la salida de ese laberinto. Tal vez acertarías soltando todos los cabos. Para sentirte libre y volar.

C.M.SB.



Ilustración: Sveta Dorosheva

lunes, 16 de septiembre de 2019

¿Por qué no un lunes?


Dicen que fue un lunes cuando Rosa y Héctor eligieron el mismo banco para sentarse. Y que, en el transcurso de un silencio sereno y compartido, acordaron encontrarse una semana después. Cuentan que, al lunes siguiente, tras intercambiar unas pocas palabras, ella decidió plantar un puñado de semillas en el jardín y que, al parecer, él escribió el primer verso de un larguísimo poema. Se rumorea también que, a partir de entonces, lunes tras lunes, siguieron reuniéndose  en el mismo banco y a diferentes horas, para buscar juntos nuevas formas entre las nubes y para inventarles nombres a las estrellas.


C.M.SB.

Blanca Gómez

sábado, 14 de septiembre de 2019

Con toda naturalidad

Dos desconocidos se cruzan en el camino de los árboles. El saludo no tendría cabida si el encuentro se produjera en las calles de la ciudad. Pero, bajo la sombra de las ramas, en el sosiego de la mañana, en el andar tranquilo, los ojos se buscan y los buenos días surgen sin pensar. Es curioso.

C.M.SB.

¿?

miércoles, 11 de septiembre de 2019

Palabras para hoy


No tiene prisa, el perezoso, por recorrer con sus largas garras la hojarasca. Tal vez piense que vive más quien menos se agita.

El alfabeto alado
(Mario Satz)

¿?



martes, 10 de septiembre de 2019

Pequeños milagros

La luz de un farolillo cae sobre un macizo de flores abiertas a la noche. Adviertes una presencia, delicada, casi diminuta. Su aleteo es tan rápido que apenas logras captar su forma, sus colores. Te acercas despacio e intentas vislumbrar su naturaleza. En unos cuantos destellos, adivinas el pico largo y las rayas que adornan su cuerpo. Una voz te susurra al oído que eres afortunada pues un colibrí ha elegido tu jardín. Salvo en fotografía,  jamás habías visto uno de estos pajarillos. Su visita, al comienzo de la noche, te invita a soñar con pequeños milagros. 

C.M.SB.

¿?

domingo, 1 de septiembre de 2019

jueves, 29 de agosto de 2019

Espinas

Desde muy temprana edad, al niño raro le nacieron flores en el pelo. Cada mañana, con absoluta naturalidad, cepillaba sus margaritas, narcisos y rosas. También cortaba las hojas secas y mantenía a raya la frondosidad de su cabeza. El único inconveniente era que el zumbido de los abejorros le impedía dormir a la hora de la siesta. Los curiosos no eran un problema. Guardaban las distancias gracias a las espinas que le brotaban de los brazos y las piernas.

C.M.SB.

¿?

martes, 27 de agosto de 2019

Palabras para hoy

De todas las hojas caídas,
sólo una intenta volver a su lugar:
la mariposa.

(Matsuo Bashō)


Fotografía: Adam Gor

jueves, 22 de agosto de 2019

El último piso

Supongo que tendría que haberle dicho que un niño de tan corta edad no debería utilizar un ascensor con la única compañía de un desconocido, pero lo cierto es que su mirada era de tal seguridad que no me atreví a pronunciar ni una palabra. Cuando se cerró la puerta, su dedo pálido pulsó el botón del último piso. Y, antes de que yo pudiera apretar la tecla del cuarto, el artefacto se puso en marcha. Por poco tiempo porque entre el primero y el segundo se detuvo bruscamente y se apagó la luz. Se escapó una maldición de mi boca, pero la criatura permaneció en silencio. Intuí que el niño raro estaba asustado y, a tientas, busqué su hombro para tranquilizarle. Noté entonces que su cuerpo se estremecía. En un principio, pensé que a causa de un sollozo tímido. Luego, con un escalofrío, comprobé que su temblor lo provocaba la risa callada que lo sacudía de la cabeza a los pies.

C.M.SB.


¿?