domingo, 24 de febrero de 2013

SIN TRABAS...

Esa vida errante a través de la Naturaleza es lo más delicioso que puede gozarse. Libre, sin trabas de ninguna especie, sin cuidados y sin preocupaciones, sin pensar siquiera en el mañana. Se toma el camino que parece más agradable, sin más consejero que el encanto de los ojos.
Miss Harriet
(Guy de Maupassant)


sábado, 23 de febrero de 2013

Te quiero un montón...

(Alain Serres / Olivier Tallec)
Editorial Edelvives


Gaetano vive justo frente a la ventana azul de Laura. Él la observa cada día. Hasta que se decide a enviarle un mensaje. Un mensaje que se convertirá en una historia de amor que dará la vuelta al mundo.


viernes, 22 de febrero de 2013

Barcelona, 12 de abril de 1937


Mi abuela se sujeta el vientre con ambas manos, como si quisiera retener a mi madre en su cálido refugio. Al otro lado de los cristales, la ciudad se estremece bajo una nueva explosión.

-No temas-dice la enfermera para espantarle el miedo-, es que hay tormenta.

Mi abuela sonríe con gratitud y tristeza. Nunca hubiera podido imaginar que la primera nana de su hija la cantarían las bombas.
(C.M.SB)


lunes, 18 de febrero de 2013

Hoy recomiendo...

LA BIBLIOTECARIA DE AUSCHWITZ (Antonio G. Iturbe)
Editorial Planeta.

Sobre el fango negro de Auschwitz que todo lo engulle, Fredy Hirsch ha levantado en secreto una escuela. En un lugar donde los libros están prohibidos, la joven Dita esconde bajo su vestido los frágiles volúmenes de la biblioteca pública más pequeña, recóndita y clandestina que haya existido nunca.
En medio del horror, Dita nos da una maravillosa lección de coraje: no se rinde y nunca pierde las ganas de vivir ni de leer porque, incluso en ese terrible campo de exterminio, << abrir un libro es como subirte a un tren que te lleva de vacaciones>>.


domingo, 17 de febrero de 2013

Vive y disfruta esta semana...
AL RITMO DEL CARACOL.


Ilustración: Catrin Welz-Stein  

 (Gracias, Silvia, por descubrirme a esta magnífica ilustradora)

sábado, 16 de febrero de 2013


Ejercicio para El Club de Escritura (sobre una fotografía de CRISTINA GARCÍA RODERO)...

La madre se arraiga a la tierra, al campo, como un árbol que crece junto al caballo, tranquilo y seguro. El niño, se aleja, corre a refugiarse al otro lado de la niebla, allí donde se esconden las luces de la ciudad.
(C.M.SB)


martes, 12 de febrero de 2013

TESOROS...


Una persona querida desaparece de nuestra vida y, de pronto, sus cosas, aquellas que nos parecían insignificantes y de poco valor- una corbata, la colección de calendarios, un cenicero o una vieja postal- adquieren la categoría de tesoros, tesoros que nos empeñamos en conservar como si en ellos perviviera un fragmento del espíritu de quien los poseyó. Qué extraño es todo ahora...
(C.M.SB)




lunes, 11 de febrero de 2013

TRES QUE DUERMEN JUNTOS...

Hace unos meses, visité Soria por primera vez. El viaje a esta ciudad era una asignatura pendiente desde hacía mucho tiempo. Como al fin todo llega, tuve la oportunidad de pasear por sus calles y visitar sus iglesias. A las puertas de uno de los templos, capté la imagen que ahora comparto con los que me seguís a través de este blog. 
Por cierto, ese día, en Soria, paseé bajo los copos de nieve y fui muy feliz.

Soria 2012

domingo, 10 de febrero de 2013

DOS QUE DUERMEN JUNTOS...

Ahora comparten la almohada.
¿Mañana compartirán los sueños?



Ilustración: Noemí Villamuza

viernes, 1 de febrero de 2013

EL CAMINO
Eché a andar como cada día, desorientado y confuso. De pronto, recordé que alguien me había hablado de un hombre sabio cuyos consejos quizá me convenía escuchar. Me dirigí hacia el bosque, donde se encontraba su cabaña. Vi a muchos otros en aquel lugar. Todos tenían el mismo gesto de desconcierto. Algunos estaban sentados, inmóviles, como si estuvieran clavados en el suelo o hubieran echado raíces. Otros, salían de la cabaña y se abrían paso entre los árboles, con paso vacilante. Esperé mi turno y llamé a la puerta. El hombre sabio estaba sentado junto al fuego. Su rostro reflejaba un enorme cansancio. Tuve la certeza de que ya conocía mi pregunta, pero aun así, la formulé:
-¿Cuál es mi camino?
Creo que se le escapó una sonrisa antes de contestar:
-Lo sabrás cuando lo hayas recorrido.
Salí y eché a andar de nuevo, desorientado y confuso.
(C.M.SB)