miércoles, 28 de marzo de 2018

Palabras para hoy

La cocina conoce nuestra verdad profunda. Nos ve por la mañana, con la cara devorada por el sueño, y de noche, cuando después del largo día bajamos la guardia, nos aflojamos el cinturón y mostramos nuestras debilidades.

Aromas
(Philippe Claudel)

¿?

miércoles, 21 de marzo de 2018

Palabras para hoy

Sé que aquí, al abrigo de esta casa, estaré a cubierto. Junto a ti, a cubierto.


Pablo García Casado
García
Colección Visor de Poesía



martes, 20 de marzo de 2018

Un instante

El ligero temblor de la rama nos recuerda que el gorrión se ha posado sobre ella antes de emprender el vuelo. Solo ha sido un instante.

C.M.SB.

¿?



domingo, 18 de marzo de 2018

La música de las palabras

A menudo lees y escribes con fondo musical. Tus palabras y las palabras de otros se ven acompañadas por una banda sonora que, indisolublemente, formará parte para siempre de esas historias en papel. Así, cuando oigas esa o aquella otra canción, tu mente evocará el instante preciso en que un personaje, un pensamiento o una situación se instaló de por vida en tus recuerdos. 

C.M.SB.

Jimmy Liao

miércoles, 7 de marzo de 2018

Suspiro

A tu lado, un hombre se abrocha la chaqueta y respira hondo. Es la hora de volver a casa y el día ha sido largo y duro. No hacen falta las palabras. El suspiro que has oído te lo ha contado todo.

C.M.SB.

¿?


domingo, 4 de marzo de 2018

La búsqueda

Pierdes un papel, ese en el que anotaste su dirección. Lo tenías en el bolsillo y de repente ya no está. Registras el bolso, el abrigo, das la vuelta a todos los bolsillos de tu indumentaria y sigue sin estar. Rastreas el suelo, mueves sillas y molestas al señor que está sentado a tu lado. Tu preocupación, tu nerviosismo, ese desasosiego que guía tus gestos, toda tú en definitiva, acaba por despertar su simpatía. O su compasión.  Te pregunta y tú le cuentas. Solidario, desciende de su banqueta y busca contigo. Una señora observa con curiosidad y finalmente acaba por sumarse a la búsqueda. Y ya sois tres. Desandas el camino hacia los lavabos. Entras y sales veinte veces y las veinte sin apartar la mirada del suelo. Regresas al punto de partida y compruebas que ya hay una cuarta persona que busca con desesperación. Empiezas a despeinarte y a sudar. Gateas y te cuelas por debajo de mesas, sillas y banquetas. Desenredas cada servilleta de papel que encuentras tirada de cualquier manera, cada gurruño de papel  y cada uno es una esperanza fallida. Estiras el cuello hacia arriba y, de pronto, ves que todas las sillas del bar han quedado vacías. Nadie escucha al músico que toca en directo. Todo el mundo, rodillas en tierra, busca con afán. No saben el qué, pero buscan. 
Se hace el silencio. El cantante ha dejado la guitarra a un lado y se ha puesto a gatear. Contigo, con todos. 

C.M.SB.

¿?