jueves, 29 de octubre de 2020

Palabras para hoy

Todo se prepara en el otoño para que, durante el invierno, las raíces permanezcan sanas y fuertes, al abrigo de la tierra, disponiéndose para lo que vendrá. No necesitamos un jardín para sentir este latir botánico, tan solo una planta en una maceta. La primavera siempre llega. Y las plantas también llegaron para quedarse, quizás también, a tu lado. 

(Eduardo Barba)
Fotografía: C.M.SB.

martes, 27 de octubre de 2020

Qué cosas

Nunca antes habías visto su rostro al completo. Tan solo la frente y los ojos. Y el pelo. Los pliegues de la tela y los bultos bajo la mascarilla te habían llevado a imaginar una cara muy diferente a la que ves cuando se te aparece desnuda. De pronto, de manera inesperada, ves la nariz y la boca. Los labios están muy abiertos, en una sonrisa amplia, probablemente natural. Los dientes, de repente, te parecen extraños. Son muchos y demasiado grandes. Ese rostro, que tú creías conocer, es el de una desconocida. 
La muchacha se sube rápidamente la máscara. Como si en tu mirada hubiera leído la sorpresa y el escalofrío.

C.M.SB.

¿?




viernes, 23 de octubre de 2020

La niña de agua

A lo largo de mi vida, desde los primeros años de la infancia, el olor a lluvia me anunció siempre la aparición de Virginia. Con las primeras gotas, se refugiaba bajo mi paraguas y, mientras caminábamos, me contaba secretos de ese mundo al que ella pertenecía y que, para mí, era todavía un misterio. De vez en cuando, detenía mis pasos y observaba los ojos de la niña. A pesar de conocerlos muy bien, nunca dejaban de sorprenderme los dos pececitos que nadaban en el fondo de sus iris azules y que se asomaban a la superficie para saludarme. 
Pasaba el tiempo y yo crecía. Me hice hombre y anciano. Sin embargo, Virginia seguía siendo la misma niña de nuestro primer paseo. Las palabras continuaban brotando de su boca como un manantial inagotable y yo escuchaba en un silencio encantado, dejándome atrapar por aquella risa tan parecida al borboteo de las fuentes. 
Un día, cuando estaba a punto de salir el sol, le pedí a Virginia que, antes de desaparecer de mi lado, me llevara a su mundo. Y ella, con las últimas gotas de lluvia, me invitó a cerrar el paraguas para seguir sus huellas de agua.

C.M.SB.
¿?


martes, 20 de octubre de 2020

Los efectos de la lluvia

Te refugias en el coche. Las gotas de lluvia se deslizan sobre los cristales y rebotan sobre la chapa azul. Apagas la radio porque te basta con el sonido del agua, con el ruido amortiguado de la vida que continúa más allá de las ventanillas mojadas. Poco a poco te adentras en la lectura y, sin ninguna dificultad, te dejas llevar por las palabras. Lees sobre temas muy diferentes y descubres que todos te interesan. Te da la sensación de que la lluvia refresca tu curiosidad, que aviva las ganas de buscar, de llevar a cabo todos esos proyectos que te bullen en la cabeza. De pronto, todo parece nuevo y posible, como si te bastara estirar la mano para alcanzar lo que más deseas. 

C.M.SB.

¿?