viernes, 31 de marzo de 2023

En obras

Cada día levantas un castillo de arena.

A tus pies.

En tu orilla.

Construyes una almena,

una torre,

un foso.

Cada día levantas un dique para salvarlo.

De las olas.

Del viento.

De las pisadas inconscientes del niño.

Cada día, cada mañana,

levantas un castillo de arena.

A tus pies.

En tu playa.

C.M.SB.

¿?


sábado, 25 de marzo de 2023

El insomne

El sueño, el ansiado descanso, se convirtió en un pez escurridizo que huía en el mismo instante en que Germán apagaba la luz. En ese preciso momento, sus ojos se abrían y sus pensamientos espantaban cualquier posibilidad de dormir. Una mañana, contrariamente a su costumbre, cogió un autobús para viajar al destino que le planteaba el día. El vehículo comenzó a moverse suavemente, con el bamboleo amable de una cuna, con un ronroneo de animal satisfecho. Germán sintió entonces la relajación de los músculos, el silencio de sus pensamientos, la placidez de poder dejarse ir. Sus ojos se cerraron y se hundió en un sueño profundo y reparador. A partir de ese día, jamás volvió a deshacer su cama. Los autobuses de largo recorrido pasaron a ser su nuevo dormitorio, ese espacio en el que, durante la noche,  uno deja de ser. Así, de extremo a extremo, a lo largo de los años,  recorrió el país. Sus sueños se encargaban de diseñar la ruta y el paisaje.

C.M.SB. 

¿?


domingo, 12 de marzo de 2023

La vida

Ves a ese chico sentado al pie de un árbol. Contempla el agua, el sol que flota en la superficie.

Ves a esos dos amigos que se saludan con palmadas en los hombros. Y que ríen.

Ves a ese hombre sujetando bien las bicicletas a la trasera del coche. Las amarra bien. El día invita a disfrutar del viaje.

Ves esos ojos que te miran desde muy adentro, desde un amor profundo y sincero.

Ves la vida.

C.M.SB.

¿?


sábado, 4 de marzo de 2023

La sombra de un amigo

Terminas el libro, ese que has leído tantas veces, ese que ha viajado en tu maleta y te ha acompañado en varios viajes, el mismo que ha recorrido contigo diferentes momentos de tu vida. Cada vez que lo lees, él te cuenta su historia -siempre la misma y siempre distinta-  y tú, de alguna manera, desde tus pensamientos, desde tu sentir, desde tu mente y tu corazón,  le cuentas la tuya, la que va contigo en ese momento. Y, así, como dos viejos amigos, intercambiáis emociones desde una confianza que viene ya de lejos, con la certeza de que algún día no muy lejano volveréis a reencontraros y a abrazaros en cada página.

C.M.SB.