jueves, 31 de agosto de 2017

miércoles, 30 de agosto de 2017

Sin tomar aliento

Hay rostros que prometen una buena historia. Los distingues enseguida. Basta con observar la expresión, la boca y, sobre todo, los ojos. Sí, algunas miradas te invitan a decir: Por favor, ¿sería tan amable de contarme su vida? Porque sabes, con absoluta certeza, que en esa persona se encierra una novela apasionante, un relato que leerías de la primera a la última palabra. Sin tomar aliento.

C.M.SB.

Yolanda Andrés: bordadora.

viernes, 25 de agosto de 2017

¡Uf!

Te llama la policía para comunicarte que te han robado la cartera, que ha aparecido tirada en cualquier parte. Te sorprendes porque, supuestamente, la habías dejado en un lugar seguro. Empiezas a sudar y sales corriendo. Entonces verificas que es cierto, que alguien te la ha birlado.
Cuando al fin la recuperas, compruebas con alivio que no se han llevado las tarjetas de crédito, tampoco la de la Seguridad Social. No te han quitado las fotos, ni el resguardo de la tintorería, ni siquiera el vale de descuento para la comida de mascotas. Afortunadamente sólo se han llevado el dinero. Y encima no era mucho. ¡Uf!
Cuentas lo sucedido, claro. A tu familia, a tus compañeros de trabajo, a los vecinos. Más que nada por desahogarte, por compartir. Y todos te felicitan. ¡Vaya, qué suerte has tenido! Podían haberte robado la documentación y eso sí que habría sido un problema. 
Es verdad, reflexionas, no hay para tanto. Y te gustaría sonreír, pero hay algo -no sabes bien qué- que te lo impide. Así que sonríes sólo a medias.
Bueno, concluyes, algo sí puedes lamentar. Y es que, al no estar identificado, nunca podrás dar las gracias al ladrón. 

C.M.SB.

El ladrón de Bagdad
Raoul Walsh (1924)



jueves, 24 de agosto de 2017

Dispersos

Hay un tipo de persona que, cuando se para a hablar contigo, tiene la costumbre de situarse frente a ti, desplazando siempre su cuerpo a un lado, unos pocos centímetros. Este tipo de persona se coloca estratégicamente, de tal manera que sus ojos pueden mirarte a ti y al mismo tiempo ver lo que está sucediendo más allá de tu espalda. Su atención se reparte así entre lo que cuentas o ellos mismos te están contando y la vida que transcurre alrededor. Desde luego no es raro que interrumpan la conversación para saludar a un conocido que circula por detrás de ti y que tú evidentemente no has tenido la oportunidad de ver. 
Llega un momento (y no tarda en llegar) en el que te das cuenta de la mínima importancia que estas personas te conceden. De modo que decides marcharte sin terminar lo que estabas diciendo o sin que el otro haya concluido de hablar. Tú te vas malhumorado. El otro, el disperso, ni siquiera se entera de que te marchas. 

C.M.SB.

¿?

lunes, 21 de agosto de 2017

La esperanza de un gigante

Aquel hombre, cuya cabeza sobresalía por encima de todas las demás, aquel gigante de hombros y pecho inmensos, de piernas robustas y brazos portentosos, se enamoró sin remedio de la mujer más menuda de la que se tuviera constancia en cien kilómetros a la redonda.
Ella era tan delicada y sus huesos parecían tan frágiles que el hombre siempre temió que se le quebrara en cada abrazo.
Cuando ella le dijo que sí, que se casaría con él, el gigante rompió a llorar. 
Se encontraban en el restaurante en el que comían juntos cada domingo. Los demás clientes, tan habituales como ellos mismos, prorrumpieron en un fuerte aplauso. La mujer se sonrojó un poco y rápidamente desplazó su silla junto a la de él para secarle las lágrimas. Al mismo tiempo y como era su costumbre, picoteaba del plato que él había dejado casi sin probar. Pues ella le había robado no sólo el corazón sino también el apetito.
Cuando, meses más tarde, la contempló vestida de novia y camino del altar, creyó que todo su ser estallaría de felicidad. Estaba tan linda que el gigante apenas se sorprendió cuando la vio elevarse por los aires convertida en una avecilla de plumas blancas. Casi le pareció natural verla revolotear entre las bóvedas y marcharse para siempre por la única ventana abierta. 

Desde aquel día, el hombre visita todos los parques de la ciudad y con ojos atentos vigila cada rama. Aún no ha perdido la esperanza de volver a verla.
Por cierto, en sus bolsillos siempre hay un trocito de pan. Por si a ella le apeteciera picotear algo.

C.M.SB.


¿?


domingo, 20 de agosto de 2017

Palabras para hoy

De niño uno cree que la vida es una acumulación de cosas, que con los años vas conquistando y ganando y coleccionando y atesorando, cuando en realidad vivir es irte despojando inexorablemente.

La hija del Caníbal
(Rosa Montero)

Rosa Montero

jueves, 17 de agosto de 2017

Palabras para hoy

Las personas escriben cartas cuando viajan, pero yo salgo de viaje cuando escribo una carta.

(Sergio García Zamora)

¿?

jueves, 10 de agosto de 2017

Libros viajeros

Vas camino de la playa y, junto a un contenedor de reciclaje, ves una torre de libros. Sin duda, su antiguo propietario ha querido darles una nueva oportunidad. Y tú decides ofrecérsela . Así que los metes en tu maleta para que vuelvan contigo a casa. Allí decidirás su destino. 
Eliges uno para ti y el resto los donas a una asociación para que los venda en su sección de segunda mano. Te gusta la idea de que los libros viajen de una ciudad a otra, de un lector a otro. A saber cuántos caminos más recorrerán en su larga vida de papel. Ojalá sean muchos. Ojalá regalen buenos momentos a aquellos que los encuentren.

C.M.SB.

¿?



martes, 8 de agosto de 2017

El poder de una imagen

Leo en la playa un artículo sobre Sofia Coppola y descubro al fotógrafo William Eggleston. Entre sus imágenes, todas nuevas para mí, elijo esta. Tal vez porque en la primera mirada más que una fotografía me ha parecido estar viendo un cuadro, una pintura que reflejaba un pasado muy lejano. Además, la muchacha que está tumbada en el sofá me ha llevado a pensar en las heroínas de las novelas de Jane Austen. Una contemplación prolongada, me conduciría inevitablemente a construir toda una historia. De desamor. También de amistad. 
Bella imagen. Pura magia.

C.M.SB.



William Eggleston

domingo, 6 de agosto de 2017

Sin título

Intentas averiguar qué se esconde tras la niebla. Pasa el tiempo y, sin darte cuenta, te conviertes en una  parte inmóvil  del paisaje. 

C.M.SB.




Maia Flore

martes, 1 de agosto de 2017

Comienzos

Empiezo el mes con las primeras palabras de un artículo de mi admirado Manuel Vicent. Me parece un excelente comienzo para arrancar este nuevo agosto:

"Tal vez dentro de muchos años para unos niños que ahora juegan en el jardín de la casa junto al mar este verano de 2017 será recordado como el de aquellas vacaciones en que unas golondrinas habían hecho un nido en una viga de la terraza".

(Verano de 2017, publicado en El País)

¿?