lunes, 31 de julio de 2017

Palabras para hoy

Quiero imaginar un futuro en que la Tierra es un jardín, una unidad en la que el hombre es una pieza más y a la que el hombre se deba. Para mí ese es el gran valor del jardín hoy: es sustancial a la memoria del hombre para poder conocerse a sí mismo y para salvar el mundo. El jardín es ese espacio maravilloso donde todos somos iguales sin condicionamientos ni religiosos ni políticos, donde el hombre puede recuperar su dignidad a través de la conexión a la naturaleza. 

(Fernando Caruncho: paisajista)



Diseñado por Fernando Caruncho

domingo, 23 de julio de 2017

¿Cómo?

Inevitablemente, aquellos que más quieres son los más capacitados para hacerte profundamente desgraciado o enormemente feliz. 

C.M.SB.

¿?

miércoles, 19 de julio de 2017

Los efectos del plumero

Limpias el polvo de esos libros que te han acompañado siempre. Repasas portadas y títulos, los nombres de esos autores que formaron parte de tu infancia: Enid Blyton, Jerry West, Elena Fortún, Richmal Crompton, Alfred Hitchcock... Te encuentras de nuevo con los Cinco, los Hollister, Celia y Cuchifritín, Guillermo Brown... En un momento vuelven a ti todas las aventuras y misterios de entonces, aquellas largas tardes de verano en las que leías durante horas, absorta, perdida en esos mundos que tan poco tenían que ver contigo, pero que eran profundamente tuyos. Pasas el plumero por los cantos de todos esos libros, abres alguno y de repente te encuentras con dedicatorias de personas muy queridas, esas firmas que ya forman parte de tu vida, fechas ya lejanas, palabras que ni siquiera recordabas, alusiones a anécdotas que te quieren sonar, referencias a cosas que en aquel tiempo formaban parte del presente y que ahora son inevitablemente pasado.
Sacudes el polvo y la habitación se llena de personajes, de días felices, de historias que han ayudado a construir tu propia historia, la que vives en este preciso instante.

C.M.SB.




domingo, 16 de julio de 2017

Respuesta inmediata

Te tumbas a la sombra de un pino, sobre la hierba fresca. Respiras hondo y te concentras en el movimiento de las ramas, en el arrullo de las palomas. Sin esfuerzo alguno, olvidas todo lo demás. Y, sin tardar, ya está ahí. La felicidad ha respondido a tu llamada.

C.M.SB.

¿?

viernes, 14 de julio de 2017

¡Más rápido!

Llenas la cesta de la compra y esperas tu turno para pagar. La cajera te da las buenas tardes, te pregunta si tienes la tarjeta de descuento y, acto seguido, a una velocidad vertiginosa, pasa cada producto por el lector. Suena un pitido detrás de otro y tú ves cómo tus compras se amontonan al final de la rampa. Intentas ser rápida, seguir el ritmo que la política del supermercado marca. En vano. Sintiéndote la persona más torpe del mundo, coges las cosas y las metes de cualquier manera en la bolsa. Mientras lo haces, pides disculpas con la mirada. La cajera te observa con indiferencia o quizás con comprensión. Quién puede saberlo. Bajas la carga al suelo, pagas lo que te pide y, una vez en la calle, respiras con alivio. 
La bolsa pesa y caminas despacio hacia el coche. Por fin has recuperado la calma.

C.M.SB.

¿?

jueves, 13 de julio de 2017

Una luz

La calle es estrecha, oscura. Al fondo, en cambio, asoma la luz. Quizás la ha encendido la alegría.

C.M.SB.


Robert Doisneau

miércoles, 12 de julio de 2017

Fantasías de verano

Mantiene el juguete en equilibrio y lo acerca a la espuma blanca. Por un instante, fantasea con que el mar entero será engullido por ese círculo diminuto. El aro podría ser mágico, ¿no? Si lo fuera, el agua quedaría atrapada en algún depósito invisible y, cuando llegaran los meses fríos, él soplaría con todas sus fuerzas para que el verano saliera convertido en pompas de sal. Ya las imagina: redondas, enormes, desplazándose con el viento sobre los tejados de la ciudad. 

C.M.SB.



Sabine Weiss

martes, 11 de julio de 2017

lunes, 10 de julio de 2017

Palabras para hoy

Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra
atravesado por un rayo de sol:
y de pronto anochece.

(Salvatore Quasimodo)

Marie Cardouat

domingo, 9 de julio de 2017

Cuánto anhelo

Paseas por un parque solitario, circulas por una autopista, pasas por debajo de un puente o caminas en paralelo a una tapia, allá donde mires encuentras reivindicaciones políticas, declaraciones de amor, un verso perdido, una firma, un nombre, unas siglas o un símbolo, un pensamiento. En los lugares más recónditos y de difícil acceso, en edificios abandonados o a medio construir, a alturas insospechadas o a ras de suelo alguien plasma lo que bulle en su interior. Cuánta necesidad de compartir, de lanzar un mensaje, de luchar contra el silencio o la fugacidad. Cuánto anhelo por dejar una huella antes de desaparecer.

C.M.SB.

Fotografía: C.M.SB.



viernes, 7 de julio de 2017

La tentación del saludo

Tomas tu café en el sitio que más te gusta, junto a la ventana que da a la calle. Pasan unos y otros y el cielo anuncia lluvia otra vez. Hojeas las páginas de una publicación local y te enteras de algunas novedades. Como te ocurre siempre, prolongarías ese rato, pero tienes algunos recados que hacer. Antes de salir preguntas por el baño y la camarera te indica con un gesto de cabeza la boca de unas escaleras que bajan a una profundidad insospechada. Avanzas en una penumbra que, a cada escalón, se parece más a la oscuridad. Tienes la sensación de estar hundiéndote en el corazón de la tierra. Por fin llegas a un pasillo estrecho que huele a ambientador. Empujas la puerta y oyes la palabra ocupado. Esperas largo rato y, por hacer algo, dibujas las líneas de los baldosines con la punta del paraguas. Detrás de la puerta suena el agua y el secador de manos. También te parece oír un murmullo de voces. Del servicio de caballeros sale un hombre maduro. Te mira a los ojos y esboza una sonrisa. Dirías que está a punto de saludarte. A ti, inconscientemente, ya te está asomando un hola a los labios. Como si le conocieras de algo. Pero ninguno de los dos dice nada. Se abre entonces la otra puerta y aparecen dos mujeres. Por su aspecto, parecen madre e hija. Te miran a los ojos y esbozan una sonrisa en la que se adivina una disculpa. Por un momento, te da la sensación de que te van a saludar y te das cuenta de que estás a punto de dar los buenos días. Finalmente, las tres bajáis la mirada y os dejáis hueco unas a otras para moveros por ese espacio reducido. No es fácil, pero evitáis rozaros. Las dos se pierden escaleras arriba, siguiendo las huellas del señor maduro. Tú cierras la puerta.

C.M.SB.

¿?

jueves, 6 de julio de 2017

Cinco años ya

Compro regalos y recorro las calles de la ciudad bajo la lluvia. Ha refrescado y todo parece más limpio. Miro los escaparates, las hojas agradecidas de los árboles, los pequeños charcos que se han formado en las aceras. Miro a esa chica, sentada junto a su perro al amparo de un soportal. Quizás esté esperando a alguien o simplemente espera a que cese la lluvia. Las puertas de los comercios están abiertas, tal vez para que entre el ruido o el olor de la calle mojada. Una peluquera peina concienzudamente la melena larga y oscura de una mujer joven. Ambas están en silencio, cada una enfrascada en su propio pensamiento. A mi lado pasa una señora mayor que, sin ningún complejo, se ha puesto una bolsa de plástico en la cabeza. Su mirada es, en cierto modo, desafiante. La mía es envidiosa. Me gustaría tener ese tipo de valentía y olvidar por completo lo que los demás puedan opinar. Miro a unos y a otros. A los previsores que han cogido el paraguas y a los que se empapan bajo el agua. Miro la vida e intento atraparla en palabras. Ahora dejo aquí algunas para que tú las encuentres, para celebrar también que este espacio cumple hoy cinco años. Ojalá siga muchos más contando lo que el día me ofrece. 

C.M.SB. 

¿?

miércoles, 5 de julio de 2017

Desconcierto

Ahora mismo no sé si voy o vengo, si entro o salgo, si me pongo a hacer o no hago nada. Desde las dos estoy de vacaciones. Han pasado poco más de cinco horas y aún sigo en ese estado de desconcierto que genera, en un principio,  la completa libertad.

C.M.SB.

¿?

lunes, 3 de julio de 2017

Señales

Leo en alguna parte algo así como "si cambias el camino, cambia tu destino". Inmediatamente pienso que se trata de una señal, quizás porque siempre las veo en el momento justo en que necesito encontrarlas. Y esta, qué casualidad, se ajusta al tiempo exacto que estoy viviendo. Otros caminos. Dos palabras que transforman el mundo en un instante. Las dices y parece que entra aire fresco por un puñado de ventanas abiertas. Las repites en tu interior y todo huele a limpio, a nuevo. Esas palabras te hacen creer que, con extender los dedos, tocarás posibilidades que están cerca de ti, a la espera de que las descubras. 

C.M.SB.

Berta Oromí

sábado, 1 de julio de 2017

Mía

Paseo y me dejo atrapar por los cielos inmensos, por las nubes que inventan colores y formas, por esas espigas doradas entre las que asoma una flor silvestre. Paseo y me dejo llevar por el viento y por el capricho de Tito que investiga la tierra en busca de olores nuevos. Camino y el tiempo pasa sin que a mí me importe. A fin de cuentas, la mañana es mía y la calle, amplia.

C.M.SB.

¿?