miércoles, 19 de agosto de 2015

Ojalá sea cierto

Como empieza a ser habitual, leo el dominical con días de retraso. Me encuentro con las palabras de Millás y con las de Rosa Montero. El uno y la otra me hacen disfrutar doblemente del café, del comienzo de la tarde. Leo también un reportaje sobre los elefantes, sobre su posible desaparición. Me entero de que alcanzan a vivir setenta años, que entierran y velan a sus muertos, que cuidan y acompañan a los enfermos. Me enternece saber que, a pesar de su fuerza, son exquisitamente delicados cuando se trata de coger un fruto con la trompa. Y me alegra verificar que lo de su memoria no es leyenda, la tienen hasta el punto de no olvidar jamás un lugar por el que han pasado. Son tan inteligentes como hermosos.  Al parecer, los gobiernos se comprometen a velar por la supervivencia de estos magníficos animales, a luchar contra quienes los cazan. Ojalá sea cierto. 
C.M.SB.


2 comentarios:

  1. Confiemos en los gobiernos ... ¡aunque luego siempre se cuela algún rey...!

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  2. Y tanto. Hay gente para todo: unos disfrutan creando belleza o, en todo caso, conservándola. Otros, directamente, encuentran placer en su destrucción. Será que así se sienten más poderosos. Gracias por tu comentario.

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