Esta mañana, mientras hablaba por teléfono, he visto que un ser diminuto se movía por los alrededores de la vitrocerámica, algo que ha comenzado a arrastrarse por la superficie negra y brillante con total parsimonia. Se trataba de un caracol, el más pequeño que me he encontrado en la vida. Lo he dejado en un jardín y le he deseado suerte.
C.M.SB.
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Leticia Zamora Méndez |
Eso pasa por vivir en la naturaleza ...
ResponderEliminarPues sí, algo más cerca la tengo, aunque sea una pequeña parcelita. Gracias por comentar.
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