¿Por qué a tanta gente le da por operarse la nariz y fabricarse una de serie? He ahí la cuestión. Depende de los gustos, claro está. Personalmente prefiero mil veces las narices poderosas, rotundas, atrevidas, descaradas, prominentes, aguileñas, excesivas, esas narices inolvidables que imprimen carácter y que hacen únicos a los rostros que las lucen con valentía.
C.M.SB.
Barbra Streisand |
¡Qué fuerza descriptiva, coño! ... perdón, ¡narices!.
ResponderEliminarEs que cada vez me gustan más los rostros naturales. Saludos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Algunos pacientes que vienen a mi consulta están acomplejados con su sonrisa, que muchas veces es porque un solo diente está mal colocado. Una vez, una paciente muy guapa y con mucho salero vino a preguntarme si realmente le hacia falta ortodoncia. Le dije que no y ella suspiró aliviada. Su sonrisa era totalmente imperfecta, en la que ningún diente estaba bien colocado, y, sin embargo, la hacía aun más bella.
ResponderEliminarUn abrazo,
Silvia
Muchas gracias por tu comentario y por aportar esta pequeña historia con final feliz. Nada mejor que la naturalidad, la vida sin complejos. Otro abrazo para ti.
ResponderEliminar