Un poema de MARCOS ANA...
Si salgo un día a
la vida
mi casa no tendrá
llaves:
siempre abierta, como el
mar,
el sol y el aire.
Que entren la noche y el
día,
y la lluvia azul, la
tarde,
el rojo pan de la aurora:
la luna, mi dulce amante.
Que la amistad no detenga
sus pasos en mis umbrales,
ni la golondrina el vuelo,
ni el amor sus labios.
Nadie.
Mi casa y mi corazón
nunca cerrados: que pasen
los pájaros, los
amigos,
el sol y el aire.
Decidme cómo
es un árbol
Memoria de la
prisión y la vida
“Este libro es una
lección de humanidad. Un soplo de aire fresco que llega para
derrotar al cinismo, a la indiferencia o a la cobardía”
(José Saramago).
Me ha encantado el poema. Buscaré el libro.
ResponderEliminarUn beso.
Me gustó el libro. Quedé impresionado porque el título refleja el contenido. Alguién que necesita le describan como es un árbol ya nos da idea de su situación, de sus carencias, que no solo se refieren a desconocer, o haber olvidado la imagen de un árbol. Hubo otra persona, a la que vinieron a buscar en coche, cuando salía, y dijo a los que le recibían en el vehículo: quiero andar, andar mucho. O algo así.
ResponderEliminarEn el poema me parece ver una casa cuyas paredes son el aire.
Los poemas de Marcos Ana
ResponderEliminarson la vida
son la libertad
son reales
Gracias a los tres por comentar. Saludos.
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