APENAS UN INSTANTE
De entre todas las escenas que pueblan mi
memoria cinematográfica, recuerdo aquella en que Kim Novak y
James Stewart pasean entre los troncos de árboles milenarios,
árboles siempre verdes, siempre vivos. Los dos se colocan al
pie de uno de ellos. A su lado, se ven pequeños y frágiles,
casi insignificantes. La actriz se detiene junto al tocón de
una secuoya. Sus dedos recorren los anillos del tronco cortado y
muerto. Kim señala la minúscula distancia entre un
anillo y otro, marcando así el recorrido de su vida. Apenas un
instante. Su mirada está perdida, ausente, lejos de ese
misterioso lugar, como si ya se encontrase más allá de
la vida, al otro lado de la realidad. Me pregunto si ella, al
rodar y repetir esa secuencia, no sentiría el mismo
escalofrío, la misma tristeza, el mismo vértigo que
siente el espectador.
Un minuto después, Kim, se aleja en
silencio. Parece que un hilo invisible tirase de ella para conducirla
al corazón del bosque. Mientras, los ojos de Stewart
intentan seguirla, tratando de atravesar con su mirada azul esos
troncos en cuyo interior circula la savia de la vida. Esa secuencia,
bañada en una luz brumosa, apenas dura unos minutos y, sin
embargo,como un árbol milenario, posee el secreto de la
inmortalidad.
(C.M.SB)
(C.M.SB)
Vértigo (De entre los muertos), película dirigida por Hitchcock en 1958. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario