domingo, 30 de septiembre de 2012

APENAS UN INSTANTE
De entre todas las escenas que pueblan mi memoria cinematográfica, recuerdo aquella en que Kim Novak y James Stewart pasean entre los troncos de árboles milenarios, árboles siempre verdes, siempre vivos. Los dos se colocan al pie de uno de ellos. A su lado, se ven pequeños y frágiles,  casi insignificantes. La actriz se detiene junto al tocón de una secuoya. Sus dedos recorren los anillos del tronco cortado y muerto. Kim señala la minúscula distancia entre un anillo y otro, marcando así el recorrido de su vida. Apenas un instante. Su mirada está perdida, ausente,  lejos de ese misterioso lugar, como si ya se encontrase más allá de la vida, al  otro lado de la realidad. Me pregunto si ella, al rodar y repetir esa secuencia,  no sentiría el mismo escalofrío, la misma tristeza, el mismo vértigo que siente el espectador.
Un minuto después, Kim, se aleja en silencio. Parece que un hilo invisible tirase de ella para conducirla al corazón del bosque.  Mientras, los ojos de Stewart intentan seguirla, tratando de atravesar con su mirada azul esos troncos en cuyo interior circula la savia de la vida. Esa secuencia, bañada en una luz brumosa, apenas dura unos minutos y, sin embargo,como un árbol milenario, posee el secreto de la inmortalidad.
(C.M.SB)

Vértigo (De entre los muertos), película dirigida por Hitchcock en 1958.
 

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