miércoles, 8 de enero de 2014

Tiempo de espera

Hoy, mientras esperaba en la antesala de la consulta del médico, he echado de menos tener un libro que llevarme a los ojos. Frente a mí, una enorme cristalera me mostraba una colección de casas con patio y coronadas por tejas. Otros pacientes aguardaban con el mismo gesto de resignación que debía de pintarse en mi cara. Una chica ha sacado su labor de ganchillo de una bolsa de plástico. Ante mis ojos ha ido tejiendo sin pausa un gorro de lana negra, que de vez en cuando se probaba, provocando con ello el alboroto de sus rizos. Su ceño fruncido a causa de la concentración me ha despertado las ganas de hacer algo con ese tiempo muerto. He sacado papel y boli y me he puesto a dibujar. De pronto, la espera se ha hecho corta y, cuando me he querido dar cuenta, el médico estaba en la puerta pronunciando mi nombre. El dibujo ha quedado inacabado, pero me ha hecho disfrutar. Sin duda, ha sido el mejor momento de la mañana.
C.M.SB.

3 comentarios:

  1. Es una buena idea lo de ponerse a dibujar algo cuando no tienes nada que leer. La casita es una monada, ¿por qué no lo terminas? Besos.

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  2. Desde luego eres una artista. Me ha gustado este escrito espontáneo.
    Además, quiero confesarte que me gustó lo que me dijiste el otro día de dejarse llevar más por el papel que por el uso del móvil para esos tiempos muertos como el que nos acabas de describir... Hay momentos que lo pienso e intento no dejarme llevar por el estrés diario para encontrar la relajación precisa para ponerme a leer. Eso lo tengo que decir, no sé si por defecto, pero para disfrutar de la lectura necesito sentirme relajado y sin preocupación.
    Sigue así.
    Besos

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  3. Gracias por tu comentario y por tus palabras, tan amables siempre. Espero que, a lo largo del año, encuentres muchos momentos tranquilos que te permitan disfrutar de la lectura. Un beso.

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