viernes, 3 de septiembre de 2021

Ventanas abiertas

Como siempre, el mes trae de la mano el final de las vacaciones y el comienzo de otra nueva etapa. También trae la dificultad de los inicios, una cierta pereza, la inevitable sensación de que los días pasados se han ido con demasiada prisa, llevándose con ellos los propósitos que no han cobrado vida, las oportunidades que no se han aprovechado, las historias que no se han escrito, las palabras que no se han llegado a pronunciar. Este septiembre, tan similar y tan distinto a cualquier otro septiembre, se ha despertado con humor de tormenta, con el gesto arisco de quien da un portazo y echa a andar refunfuñando. Por un momento, ahí te has quedado tú, desconcertada y boquiabierta, oyendo los pasos que se alejaban, tan firmes, tan hoscos. Y, mientras los oías,  te has visto a ti misma quieta, con la mirada fija en esa puerta cerrada de forma tan brusca. Sin embargo, por fortuna, este mes, como todos los que han llevado su nombre, siempre se reserva una sorpresa. Y, de pronto, te has sacudido la parálisis y, al girarte, te has dado cuenta de que a tu alrededor había ventanas abiertas.

C.M.SB.

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