lunes, 6 de septiembre de 2021

Declaraciones

Fue en 2015 cuando una novela de Magda Szabó, La puerta, me llamó con la voz poderosa de los libros que sé que me van a gustar. En aquel año declaré que detestaba dejar una llamada sin respuesta. Y por fin, en agosto de 2021,  la he dado. Ahora declaro que mi intuición no me engañaba. La novela me ha gustado de la primera a la última página. Aquí dejo una muestra de las palabras de esta escritora húngara, una bella descripción que me ha conmovido de principio a fin: 

"Ella era nuestro ejemplo vivo, la protectora de todos, generosa, pródiga con su delantal almidonado con la faltriquera siempre rebosante de caramelos, con su bolsillo del que asomaban como palomas pañuelos blancos de lienzo; era la reina de la nieve, la seguridad, las primeras cerezas del verano, la primera castaña que caía madura del árbol en otoño, las dulces calabazas al horno en invierno y el brote verde primaveral en el seto del jardín. Emerenc era pura, invulnerable, siempre daba lo mejor de sí; era ella misma y todos nosotros, o más bien era como nos hubiera gustado ser a nosotros. "




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