martes, 16 de agosto de 2016

Máquinas

Compro cuatro cosillas en una gran superficie. Voy a pagar a la caja y una empleada me detiene con gran amabilidad. Venga usted por aquí, a la zona de autopago, me dice con una sonrisa de oreja a oreja. Voy y me deja frente a una máquina que lee el código de barras de cada producto, te indica el precio y te señala las opciones de pago. Acto seguido te extiende el comprobante. Después, metes tus cuatro cosillas en una de las bolsas de plástico a tal fin preparadas, y te marchas por donde has venido. Todo rápido. Todo impersonal. Todo un "hágalo usted mismo".
Me pregunto cuánto tiempo conservarán los cajeros su puesto de trabajo. 

C.M.SB.






No hay comentarios:

Publicar un comentario