lunes, 29 de agosto de 2016

Finales de agosto

Por la mañana, floto en el agua de la piscina y, mientras me siento ligera, olvido que las vacaciones están a punto de terminar. Regreso a casa silbando, con el bañador aún húmedo, fresca. Tengo apetito y como con gusto lo que hay encima de la mesa. Todo me sabe rico. Después, mientras me dirijo al único bar que descubro abierto, paso por delante de unos cuantos locales en cuyos escaparates leo sucesivamente SE ALQUILA, SE VENDE, SE TRASPASA. Me sorprendo de la cantidad de cosas, antes tan familiares, que van desapareciendo del paisaje. La ciudad cambia y se transforma en un desierto. Agosto todavía agudiza más esa sensación.
Mientras escribo estas líneas, me entra el sueño. Voy a cerrar esta entrada para estirarme sobre las sábanas, para imaginar que aún sigo flotando sobre las aguas azules de la piscina, libre. 

C.M.SB.

Álvaro Domínguez


No hay comentarios:

Publicar un comentario