jueves, 30 de julio de 2020

Pausa

Aparcas el coche a la sombra, reclinas el asiento y permites que un airecillo reconfortante entre por las ventanas abiertas. En la pantalla de la radio lees la palabra PAUSE. Después,  hipnotizada, observas a los gatos callejeros que han hecho del parking su hogar. Sus movimientos son lentos, caminan con la pereza de los que no tienen prisa nunca. De vez en cuando, se tumban aquí o allá y echan una cabezada. Poco a poco, sientes que te pesan los párpados y, sin oponer resistencia, te dejas ir. El sueño no es profundo, pero sí muy placentero. Amortiguados, oyes pasos que vienen y van, el abrir y cerrar de puertas, el runrún de los motores que arrancan, el piar de los pájaros, la agitación suave de las ramas que te dan sombra. Te acurrucas en el asiento y te pones cómoda en ese paréntesis que te ha regalado el día, en la agradable sensación de que el mundo sigue girando sin ti. 

C.M.SB.

¿?

2 comentarios: