El camino de vuelta a casa estaba bordeado por dos mares de espigas, espigas que se doblaban con la fuerza del viento. El sol rebotaba en las puntas y daba un brillo de oro a las olas verdes. Creo que en ese instante nada habría podido competir con tanta belleza. Si yo fuera poeta encontraría las palabras. Como no lo soy, estas líneas acaban aquí.
C.M.SB.
eres tú la que veo,
ResponderEliminares para mí tu cabellera
la que reparte las espigas
Yo te escogí entre todas las mujeres
para que repitieras
sobre la tierra
mi corazón que baila con espigas
o lucha sin cuartel cuando hace falta.
Neruda, Lorca, otros ...
Yo tengo mi poema de espigas ...
asociado a una ventana
que como sabes, a m,i me gusta
ver lo que se ve ...
pero desde dentro de la ventana.
Ya te lo enviaré.
las espigas son al poeta
lo que las flores al jardín
Un esbozo de Javier.
Gracias por el esbozo y por tus comentarios. Me gusta eso del corazón bailando con espigas. Saludos.
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