lunes, 14 de enero de 2019

Los mismos pasos

Ves de nuevo a ese anciano que camina apoyado en un andador. Da pasitos cortos, titubeantes. Aun así, avanza, cruza la calle, sube el pequeño (o gran) escalón de la acera. Le observas e, inevitablemente, piensas en un niño que comienza a andar con la ayuda de un tacatá. Las mismas vacilaciones, los mismos miedos, la misma obstinación, la misma valentía para poner un pie detrás de otro, el mismo coraje para arriesgar, para vivir.

C.M.SB.

1905

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