viernes, 27 de enero de 2017

Coreografía

Paseo bajo la lluvia en esta tarde destemplada. Luna camina a mi lado con su elegancia de bailarina, con ese trote alegre y, a la vez, sereno. Juntas sorteamos los charcos en la calle vacía. El sonido del agua y del rodar de los vehículos sobre el asfalto empapado se ve interrumpido por una música que se va acercando poco a poco. Tres adolescentes encapuchados se cruzan con nosotras. Uno de ellos lleva una especie de altavoz, un aparato enorme que parece pesar más que el chico que lo sostiene. Luna se para a olisquear la hierba mojada en el momento exacto en que los chicos se detienen frente a un coche aparcado. Y, los tres, en un único gesto, como respondiendo a una señal muda,  se llevan la mano al flequillo que asoma, lacio, bajo la capucha. Como en una coreografía ensayada y repetida mil veces, los tres abren los dedos y se peinan sin cruzar palabra. Y, al hacerlo, flexionan las piernas e inclinan ligeramente el cuerpo, los tres hacia el mismo lado, los tres buscando el encuadre perfecto. Sus rostros están muy serios, concentrados. 
Los adolescentes se alejan. A su paso dejan una estela de rap.

C.M.SB.

¿?

2 comentarios:

  1. Muy bueno ... a su paso dejan una estela de rap.

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  2. Qué alegría me da encontrarme de nuevo contigo y con tus palabras. Muchas gracias.

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