viernes, 9 de diciembre de 2016

La reina

Veo a la mujer de espaldas. Está sentada en un banco de la calle, a primera hora de la tarde. Su cuerpo está cubierto por varias capas superpuestas de telas de colores variados. Se cubre la cabeza con un pañuelo negro. Es una mujer grande y, a su alrededor, reposan fardos enormes que, probablemente, contengan todo lo que posee. Rodeo el banco y observo que está comiendo. Picotea con gesto goloso de una bolsa de plástico. Sus ojos no miran a nadie, absortos en cada bocado. Quizás ha caminado durante largas horas y ese es su primer descanso. Tal vez acaba de llegar a la ciudad, a saber desde dónde y para qué. ¿Habrá alguien que la aguarde? ¿Tendrá una puerta a la que llamar antes de que caiga la noche y el frío? Miro de nuevo las bolsas gigantes y me imagino mantas revueltas, desgastadas. La mujer mantiene la espalda muy recta y conserva en sus maneras una cierta elegancia. Es posible que, en otra vida o en otro mundo, fuera una reina. 

C.M.SB.

¿?

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