El sol dibuja sombras chinescas en el suelo.
Por las ventanas abiertas entra el trino de los pájaros.
El reloj marca (marcaba) las 18:25 h.
Mi gata maúlla desde algún rincón de la casa.
Tengo el pelo mojado y la cabeza llena de ideas.
Me adapto al ritmo de mi ordenador, igualito al de los caracoles.
C.M.SB.
No hay comentarios:
Publicar un comentario