martes, 7 de julio de 2015

Días raros

Ayer este blog cumplió tres años. En este tiempo, se han acumulado 449 entradas, 450 con esta. Según dicen los entendidos, todo lo que se cuelga en la red permanecerá para siempre (al menos mientras exista este mundo paralelo de la informática, digo yo). De manera que algo de todas estas cosillas que voy escribiendo sobrevivirá al paso de los años. No sé si me gusta o no la idea, pero, al parecer, lo que uno publica a través de este medio se convierte en indestructible. No hay marcha atrás: lo que se ha colgado ahí queda, a la vista de quien lo quiera ver o de quien lo sepa rastrear. También de quien se lo encuentra por pura casualidad.
Como decía, ayer este espacio cumplió tres años y, como siempre que hay alguna fecha significativa para mí, por minúscula que sea, me da por pensar en todo lo que ha ocurrido y cambiado. Leí en alguna parte que con lo único seguro con lo que debemos contar es precisamente con eso, con el cambio. En este tiempo han sucedido cosas pequeñas y cosas importantes. Algunas incluso, definitivas. Hoy, por una serie de circunstancias, siento una extraña mezcla que me tiene inquieta. Por un lado, una profunda nostalgia por lo que se ha ido para no volver. Por otro, la esperanza de que lo que venga tendrá mucho de bueno, de distinto, de inesperado. Hoy es un día de sombras y luces, uno de esos días  en los que te parece estar contemplando tu propia vida desde fuera.
Sí, seguramente tenía razón quien afirmaba la incontestable certeza de que todo cambia. Aunque hay algo que creo y espero que no cambie nunca: el placer de escribir, escribir en este blog o en una cuartilla o en la servilleta de un bar o en esa libreta destartalada que llevo en el bolso. En este momento, me tranquiliza más que nada el sentir cómo se hunden las teclas bajo la presión de mis dedos. Unos cuantos movimientos rápidos y ahí están las benditas palabras, las que siempre me salvan de perderme en días como hoy, en los días raros.

C.M.SB.




6 comentarios:

  1. ¿Qué significa blog?, quizá cuaderno, un cuaderno olvidado con letras y palabras que nunca volveré a leer, aunque lo escribí con la idea de volver a él. Puede destruirse consciente o inconscientemente, y ya no volverá, como vuelve lo escrito en este medio, como vuelven los abejarucos en verano, como regresa el frio en diciembre, como llega la tristeza sin avisar, como aparece la alegría que nos estalla, como toca el timbre un hijo para pintarnos esa sonrisa luminosa en la cara, como el sonido del teléfono nos trae la voz de la persona amiga, como -espero que pronto- la lluvia meterá en mi nariz este bonito olor a tierra mojada, como tantas y tantas cosas, sensaciones, emociones, miedos o situaciones que, más pronto o más tarden vuelven.

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  2. Me gustan tus palabras y me alegra encontrar tu nombre. Yo también ansío la lluvia. Gracias y un abrazo.

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  3. ¡Feliz tercer Cumpleaños a la tinta del Caracol! ¡Feliz día raro! Y que escribas muuuucho más...

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    1. Muchas gracias. Ojalá mantenga siempre las ganas y el ánimo para seguir escribiendo. Ojalá que cada día aprenda a hacerlo un poquito mejor. Y que vosotros lo disfrutéis.

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  4. Mantenerse tres años en este mundo virtual y express es, en si mismo, todo un éxito y recordarlo una delicia: ¡Enhorabuena, bloguera C.M.SB.!.
    Aportaremos nuestro granito para que lo puedas mantener en el tiempo etéreo de la nube que desbancó a los flopys (¡oh los flopys! ... ) por aquello de enlasnubes70 ...Recordamos y recoraremos -mañana- tus escritos y pinceladas siempre atentas ...

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  5. Gracias por ayudarme a mantener la ilusión. Tus comentarios siempre me alientan. Un fuerte abrazo.

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