Un día de hace muchos años, un hombre cambió el rumbo de su paseo habitual. Así, por casualidad (o no), encontró a Migue. Lo habían abandonado de la manera más cruel. Estaba sujeto con cadenas, flaco, herido, expuesto a una muerte lenta y segura. Pero aquel hombre, aquel día de hace muchos años, cambió su rumbo y le salvó la vida. Así, por casualidad (o no), puso a Migue en mi camino. Hasta hoy. Hasta siempre.
C.M.SB.
12 de abril de 2013 |
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