Cuando la masa de nubes se
confunde con la espuma del mar, los hombres lanzan al cielo sus caracolas.
Permanecen en silencio, fascinados por ese espectáculo que, incluso a ellos,
acostumbrados al ritual, resulta fantástico, casi pavoroso. De fondo, las olas
inventan cada día una nueva canción.
Cuando esos hombres callados desaparezcan,
cuando la playa quede desierta, la voz
del mar vivirá para
siempre en el corazón de las caracolas que, para entonces, habrán dejado de volar.
C.M.SB.
Christian Schloe |
La bella imagen inspira pensamientos y estos, palabras. Las palabras crean una bella historia, y la imagen queda enriquecida, toma sentido.
ResponderEliminar"Cualquier cosa puede suceder en un mundo que contiene tanta belleza." dijo una vez el autor de la imagen. Incluso que esa belleza desaparezca para siempre cuando no quede nadie para recordarla, cuando tan solo en lo más profundo del corazón de la caracola, quedo algo parecido a la voz del mar.
Gran imagen, mejor relato. Aunque creo que se merecía un título. Enhorabuena, Carmen.
Muchas gracias. No sabes la alegría que me ha dado encontrar este comentario. Saludos y hasta pronto (eso espero).
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