viernes, 2 de agosto de 2013

LEER CON EL CUERPO

Al cabo de leer durante tanto tiempo con los brazos estirados hacia delante, la barbilla se hunde, la boca bebe la playa, y entonces se incorpora uno con los brazos cruzados contra el pecho, utilizando a intervalos una sola mano para volver las páginas y marcarlas. Es una postura adolescente, ¿por qué? Transporta la lectura hacia una amplitud un tanto melancólica. Todas esas sucesivas posturas, ensayos, fatigas, irregulares placeres, eso es la lectura en la playa. Tiene uno la sensación de leer con el cuerpo.

(Philippe Delerm)
EL PRIMER TRAGO DE CERVEZA y otros pequeños placeres de la vida
Editorial Tusquets


2 comentarios:

  1. Bueno, me gusta la lectura en la playa. (Punto)
    Bien entendido la lectura nos gusta siempre, pero en la playa, relajada, sin prisas aunque tenga mucho interés y siempre con el contraste de la cercanía de las hojas, la cercanía del texto, de las fotografías y el espacio abierto del mar ... Pocos muy pocos leen contra el mar, todos leemos mirando al mar ... "soñé que estabas ..." La mar nos aporta ese contraste majestuoso, solamente comparable a cuando lees el la montaña divisanto todo el valle ... Ese contraste cerco-lejano ... siempre nos motiva.

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  2. Te recomiendo que leas esta joya de libro sobre los pequeños placeres. Disfrutarás. Gracias por tu comentario.

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