sábado, 24 de noviembre de 2018

Aburrimiento en familia

Son bastante jóvenes. La mujer camina delante, empujando un carrito sobre el que viaja una niña. La chiquilla llora sin parar sin que su madre parezca prestarle la menor atención. El hombre anda rezagado. En los metros que los separan, se mueve un niño montado en un patinete. Lleva un casco y, de vez en cuando, hace una cabriola. Para nadie, pues nadie le mira ni le aplaude. Bueno, yo sí le observo, a intervalos. La verdad es que mis ojos van de uno a otro, como si los cuatro miembros de esa familia fueran las fichas de un juego. El niño le pide a la madre que se detenga, pero ella continúa andando con paso cansado. El padre escupe en el suelo. Luego, se mete las manos en los bolsillos y mueve un pie detrás del otro. Entonces me pregunto cuántas veces saltaría uno (incluso sin flotador) de esa vida en la que se ha embarcado.

C.M.SB.

Imagen: El Blog de Blau Casa




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