sábado, 28 de octubre de 2017

Pretérito imperfecto

Te gustaban los 600, las milhojas y las flores silvestres. Te encantaba la música, el calor de una lumbre y contemplar las estrellas en la noche. Amabas tu isla y sus escasos habitantes. Te ilusionaban los regalos porque siempre hubo algo de niño en ti. Recordabas con añoranza a tus abuelos y aquellas tardes de campos y cerezas. Paladeabas con reposo cada café y te perdías fácilmente entre las páginas de la Historia. Te encontrabas a gusto en el silencio, pero silbabas y canturreabas a menudo. Inventabas palabras y contabas como nadie. Y me hacías reír.
Hoy y siempre pienso en ti, señor de los gorriones.

C.M.SB.

¿?

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