No me gusta madrugar y, sin embargo, disfruto viendo amanecer. Siento una paz infinita en esos primeros instantes de la mañana, cuando aún existe cierta quietud, cuando el cielo va cambiando de color ante nuestros ojos, cuando todavía no se ha perdido el canto de los pájaros entre el ruido.
En estos días tengo ganas de dormir, de leer, de escribir. Estoy atrapada por un nuevo libro: Del color de la leche de Nell Leyshon. Creo que comenzar una nueva historia también es una forma de vivir un amanecer.
C.M.SB.Pd: Gracias, Silvia. Por acertar siempre.
Me alegro de que te haya atrapado este libro y espero que siga así hasta el final.
ResponderEliminarUn abrazo.
De momento no me ha decepcionado ni una sola de sus páginas y ya son muchas las que he leído. Lo dicho: gracias por elegir tan bien. Un abrazo.
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