Somos siempre los destinatarios de los objetos conservados y de las cartas que escribimos con ortografía infantil. La carta de un niño supone una cita con su propio futuro. Conviene respetar y defender los pliegues del pasado para descubrir el sentido de las huellas que dejan nuestros zapatos cuando caminan hacia delante.
Una forma de resistencia
Luis García Montero
¡Guau!... Cuantas cosas en tes líneas ...
ResponderEliminarTe recomiendo el libro de García Montero. Es una gozada desde la primera página.
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