jueves, 17 de octubre de 2013

DESCONOCIDOS EN UN PASILLO

Te cruzas con una persona conocida por el pasillo y, de pronto, te das cuenta de que ni siquiera puedes imaginar en qué está pensando en ese momento. Te fijas en su cara, inexpresiva tal vez, absorta quizás, y comprendes que no sabes dónde le gustaría estar en ese preciso instante, a quién añora o cuál es su preocupación o su alegría en ese minuto justo. De repente entiendes que esa persona conocida no es más que uno de los muchos desconocidos con los que te cruzas cada día.
C.M.SB


2 comentarios:

  1. Esto de desconocerse, hay una manera de arreglarlo y es ¡conociéndose!, ¡ no te parece!. y además es que nos vamos conociendo con esta tinta , que nos conduce a la reflexión corta, mínima, diría yo, pensando en ver la próxima recomendación o el próximo apunte , incluso con siglas ¡Nos vamos conociendo! ... todos

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  2. Nunca del todo. Gracias por tus comentarios.

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