Anoche estuve en la Biblioteca. En un puesto lleno de color, se vendían palabras a cambio de más palabras. El azar quiso que me correspondieran estas que ahora comparto con vosotros:
Te amo, mujer de mi gran viaje,
como el mar ama al agua
que lo hace existir
y le da derecho a llamarse mar
y a reflejar el cielo y la luna y las estrellas.
(Vicente Huidobro)
P.D. A mí sólo se me ocurrió pagar con una palabra: GRACIAS.
Bonitas palabras. Viendo la foto tengo ganas de conocer ya esta biblioteca.
ResponderEliminarBesos,
Silvia
Seguro que te gustaría. No sólo el edificio, sino el espíritu que la impregna. Un abrazo y gracias por el comentario.
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