Buceas entre montañas de libros, todos de segunda o cuarta mano. Pocas cosas te hacen más feliz que indagar entre esas páginas que cuentan muchas más historias que las impresas en papel. Esos libros también nos susurran las vidas de quienes los leyeron, de quienes, un día, se desprendieron de ellos para proporcionarles otras rutas, para dejarlos entre manos nuevas, bajo miradas diferentes, libres para ser otros sin dejar de ser ellos mismos.
Buceas entre montañas de volúmenes y así encuentras el que recoge una parte de la obra del fotógrafo Gerardo Vielba. Entre un buen puñado de magníficas imágenes, eliges esta. Quizás porque despierta en ti una enorme curiosidad. ¿Qué miran esos niños? ¿Qué les invita a despegarse de ese suelo seguro para asomarse sin prudencia alguna hacia el vacío del ventanal abierto?
Sí, te invade la curiosidad y también la envidia. Como esos niños, te gustaría asomarte a lo que trae la vida, separar los pies de la tierra firme, sin miedo, dejándote llevar por el instante que pasa, por la oportunidad que se presenta en el momento y que, quizás, no se vuelva a repetir. Sí, te gustaría asomarte sin temor a lo que cada día te regala.
C.M.SB.
Si , me gustaría.
ResponderEliminarEstupendo relato
Gracias, Javier.
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