Nunca antes habías visto su rostro al completo. Tan solo la frente y los ojos. Y el pelo. Los pliegues de la tela y los bultos bajo la mascarilla te habían llevado a imaginar una cara muy diferente a la que ves cuando se te aparece desnuda. De pronto, de manera inesperada, ves la nariz y la boca. Los labios están muy abiertos, en una sonrisa amplia, probablemente natural. Los dientes, de repente, te parecen extraños. Son muchos y demasiado grandes. Ese rostro, que tú creías conocer, es el de una desconocida.
La muchacha se sube rápidamente la máscara. Como si en tu mirada hubiera leído la sorpresa y el escalofrío.
C.M.SB.
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Bonito relato
ResponderEliminarReal. Una sensación muy extraña y difícil de poner en palabras.
ResponderEliminarDifícil, como todo lo real y ,efectivamente, difícil de transcribir ... lo real es tendremos que acostumbrarnos a vernos desnudos la frente y los ojos y tapados al máximo la nariz y la boca ... ya casi estamos acostumbrados ... es difícil.
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