Con o sin tilde, la palabra te suena a jardín oloroso, a colores movidos por la brisa, a tarde ociosa. Pero, si has de ser sincera, la prefieres con tilde, con ese golpe de voz en la última sílaba, con ese último taconazo en un baile de letras en el que dominan las aes. Jacarandá podría ser el nombre de una isla o la contraseña para entrar en el paraíso. Podría convertirse en el nombre de una barca con la que explorar el mar o de una yegua de trote alegre. Podría ser sencillamente la palabra perfecta para atraer la risa y conjurar la tristeza.
C.M.SB.
¿? |
Al este y al oeste
ResponderEliminarLlueve y lloverá
Una flor y otra flor celeste
Del jacarandá.
El cielo en la vereda
Dibujado está
Con espuma y papel de seda
Del jacarandá...
Sigue la letra. Es de palito Ortega. La cantaba para ninos/ as María Elena Walsh
Me gusta. Gracias.
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