domingo, 9 de diciembre de 2018

Algo así

Contemplas a ese hombre. Está parado en un rincón del parque. Tiene la cara tendida al sol y, con sus dedos, arranca de uno en uno los gajos de una naranja. Cuando muerde la fruta, cierra los ojos y sonríe. Te detienes a observarle. Y la boca se te hace agua. Adivinas el sabor, una mezcla perfecta entre lo dulce y lo ácido. Algo así como el sabor de esas felicidades pequeñas que nos regalan los días.

C.M.SB.

¿?

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