lunes, 6 de noviembre de 2017

Vuelo nocturno

Releo algunos textos escritos hace tiempo. Unos me gustan, otros no tanto. En cualquier caso, todos ellos me dan ganas de escribir más. Así que enciendo el ordenador y me lanzo a construir un pequeño texto. Mientras pulso las teclas, me pregunto qué podría contar y, de pronto, me acuerdo de un sueño que tuve el otro día. En él, junto a otras personas, ocupaba el interior de un aro enorme. El estar dentro de ese círculo, nos permitía a todos sobrevolar la ciudad. Nuestros cuerpos, en posición vertical, surcaban un cielo nocturno, y nuestros pies colgaban en el aire, sobre los tejados de las casas. Sentíamos un poco de vértigo y gritábamos cuando el aro se vencía por uno de sus lados. Chillábamos con esa mezcla de alegría e histeria que es frecuente en las atracciones de feria. Nos agarrábamos con fuerza al aro y nos asomábamos a ese vacío en el que brillaban las luces de la noche. Y, en pleno grito, me desperté. Luego, me obligué a cerrar los ojos e intenté, sin éxito, retomar el vuelo.

C.M.SB.

¿?


4 comentarios:

  1. La vida es sueño, una obra muy interesante, aunque, en mi modesta opinión -siempre deberíamos añadir esta coletilla a todas nuestras opiniones, y eso me lleva al dicho de un compañero de residencia, en mis años de estudiante; comentaba que había alguien tan pagado de sí mismo, que comenzaba sus frases con "en mi soberbia opinión"-, pues en la mía la vida no es sueño, aunque algún filósofo opina que lo que llamamos realidad está contaminado por nuestra visión.
    Los sueños si son reales mientras dormimos, y nos es necesario el sueño, hasta el punto que lo practicamos despiertos en ocasiones. La vida, mientras despiertos, condiciona los sueños, aunque necesitemos un personaje de la Biblia para interpretarlos.
    ¿Porqué hay una palabra que define los malos sueños -pesadilla-, pero no los buenos? Voy a proponer a la RAE "maravilla", que solo vivimos dormidos, porque al despertar nos fastidia comprobar que no era cierto lo que sentimos con los ojos cerrados. Podemos consolarnos con la alegría que nos produce saber que tampoco era cierto lo que vivimos en los malos sueños.

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  2. Me gusta tu idea, una palabra para nombrar los sueños hermosos. Bonita iniciativa. Gracias por tu comentario.

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