Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.
"Cuando eramos niños/ los viejos tenían como 30,/un charco era un océano,/ y la muerte lisa y llana/ no existía. Luego cuando muchachos, los viejos eran gente de 40,/un estanque era un océano,/la muerte solamente/ una palabra. Ya cuando nos casamos/los ancianos estaban en 50,/ un lago era un océano,/ la muerte era la muerte/ de los otros. Ahora veteranos,/ ya le dimos alcance a la verdad/ el océano es por fin el océano/ pero la muerte empieza a ser,/la nuestra" Benedetti siempre
Benedetti ... una delicia ... siempre.
ResponderEliminarTe va gustando la poesía.
Cada vez más. Un abrazo.
ResponderEliminar"Cuando eramos niños/ los viejos tenían como 30,/un charco era un océano,/ y la muerte lisa y llana/ no existía.
ResponderEliminarLuego cuando muchachos, los viejos eran gente de 40,/un estanque era un océano,/la muerte solamente/ una palabra.
Ya cuando nos casamos/los ancianos estaban en 50,/ un lago era un océano,/ la muerte era la muerte/ de los otros.
Ahora veteranos,/ ya le dimos alcance a la verdad/ el océano es por fin el océano/ pero la muerte empieza a ser,/la nuestra"
Benedetti siempre
Lorenz, presiento que estas son tus palabras perdidas. Afortunadamente, las he podido recuperar. Gracias por comentar. Un saludo y hasta la próxima.
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