Los que se aferran a unas señas de identidad demasiado tajantes olvidan que el mundo está vivo gracias a una permanente metamorfosis. Dentro de una caracola está el mar, y los mares se mueven con voluntad de nube, y el agua de las nubes sueña con ser tierra, y la tierra procura elevarse por los anillos de los árboles, y los árboles quieren ser viento y por eso extienden sus ramas, y las ramas procuran volar como un pájaro hasta la nube que va a devolverle el agua al mar y el mar a la caracola.
Una forma de resistencia
Luis García Montero
¡Eso mismo!.
ResponderEliminarLa historia se repite ...
La historia de una escalera ...
La repetición del gran circo del mundo en bucle cerrado ... y repetir ...
Eso es. Todo se repite. Hasta mi agradecimiento por tus comentarios. Abrazos.
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