viernes, 14 de diciembre de 2012

DOS SOLES
Doña Lourdes, (¿la recuerdas?) me indicó que ocupara el asiento vacío que estaba justo a tu lado. Tú no me miraste, concentrada como estabas en buscar una hoja en el desorden de tu archivador. La clase continuó como si nada la hubiera interrumpido. Por fin encontraste un papel en blanco y lo deslizaste hasta mi mesa. Entonces, desplegaste ante mis ojos la variedad de colores que guardabas en tu caja de pinturas. Durante largo rato, dibujamos a dos manos. Yo coloqué un sol amarillo en un extremo. Tú, uno violeta. Aquello nos hizo reír. Acababa de nacer nuestra amistad, un mismo paisaje bajo dos soles distintos.
Publicado en "Amigos para siempre" (Editorial Hipálage).
(C.M.SB)


2 comentarios:

  1. oh mon amie, c'est très agréable.

    Pero son tantos libros, que no puedo leer todos, colega.
    Javier.

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  2. Merci beaucoup.
    Bueno, entre todos los que propongo, puedes elegir. Gracias por seguir ahí.

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