lunes, 17 de septiembre de 2018

La cesta de la compra

Haces la compra y llegas a ese momento en que te vence el atolondramiento. A velocidad de vértigo, los productos se deslizan por la superficie negra y se amontonan al final. Intentas ser rápida a la hora de buscar las dos tarjetas: la de cliente y la de crédito. Como siempre, tienes la sensación de ir al ralentí. Sin embargo, de pronto, decides que lo vas a tomar con calma y que vas a ordenar las cosas en la bolsa con lógica, distribuyendo los productos por peso y volumen. Cuando levantas la mirada, ves que la cajera te observa con mucha atención, con una sonrisa abierta, de verdad. Te percatas de que ha observado el contenido de la compra y caes en la cuenta de que lo que has pagado define un poco tu vida. Ves simpatía en la cara de una desconocida y te preguntas qué la ha despertado. ¿Será el cuidado extremo con el que has organizado tu cesta o es que comparte contigo el amor por los gatos?

C.M.SB.

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