Te sigo viendo en ese señor que camina despacio como si la vida fuera un paseo eterno, también en ese hombre que se cubre la cabeza para protegerse del sol. Te veo hoy en el que se apoya en el bastón con la misma elegancia que te acompañaba siempre. Todavía te encuentro en las calles, cuando la distancia engaña a los ojos, cuando mi mirada se deja mentir por unos segundos, cuando el corazón salta queriendo creer en lo imposible.
C.M.SB.
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| Rosa Cánovas |
Incluso las que no se han ido, esas personas que todavía viven, respiran, se mueven cerca o lejos, pero solo están a la distancia de una llamada, un mensaje, una carta, unos kilómetros. Si todavía están en el corazón las vemos, intuimos en un peinado, un una forma de moverse, en el tono de una voz que nos atrae, en una frase, en un postre que alguien elige en cualquier restaurante, en una forma de entrar en la piscina, en ese árbol que quería y quiero, en el día que un jilguero, un carbonero u otra ave canta como nos cantaba juntos, en ese camino, esa canción, ese libro, ese museo, esas nubes algodonosas que mirábamos, ese olor, ese amanecer, incluso esa tormenta que nos hizo sufrir, esa tienda y esa pradera donde compartimos sueño, ese idioma que desconozco pero ella conocía, esa comida, esa playa, hasta esos malos días en desacuerdo..............., tantas cosas, vivencias. Esa persona amiga, compañera que pudo nacer tal dia como hoy
ResponderEliminarGracias por tu comentario y por comprender. Un abrazo.
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