Desde hacía tiempo ansiaba ese momento y, sin embargo, cuando vio a su enemigo vencido, sintió un enorme desaliento. Ni rastro de la satisfacción que tantas veces había imaginado. En su interior, sólo encontró tristeza y el impulso insensato de ayudar a levantarse al que estaba derrotado, rendido a sus pies.
C.M.SB.
No hay comentarios:
Publicar un comentario