Leo en una sala de espera que existen bastantes más probabilidades de que un rayo le caiga a un hombre que a una mujer. Ignoro el motivo, incluso ignoro si es cierto. Pero no me extrañaría que fuera verdad. La naturaleza y la realidad son extrañas con las que convivimos a diario. Y casi sin darnos cuenta.
C.M.SB.
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