martes, 4 de noviembre de 2014

Viajar sin moverse de la silla

Tengo una facilidad asombrosa para irme de un lugar sin moverme de la silla. Me adentro en un pensamiento y, poco a poco, voy perdiendo de vista lo que hay a mi alrededor. El ruido se convierte en silencio y abandono sin querer a las personas que me acompañan. De pronto, no sé cómo, con la misma facilidad con la que me he marchado, regreso al sitio donde me encontraba y tomo conciencia de lo que me rodea. De repente, veo el gesto atónito de la persona que está sentada al otro lado de la mesa. Entonces pienso que he sido muy desconsiderada. He partido de viaje y ni siquiera he tenido la delicadeza de decir adiós.
C.M.SB.


2 comentarios:

  1. Muy bonito.
    Tienes una expresión magnífica en tus relatos cortos.
    ¿Te has formado para ello o es innato ...? ... o posiblemente las dos cosas?
    Insisto, muy bonito.

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