sábado, 28 de noviembre de 2015

Tablas

Aborrezco las tablas, me asfixia su cuadriculamiento, me desanima su estrechez, me anulan esas líneas rígidas que no te permiten salirte de la raya. Que me den un folio en blanco, con todas sus posibilidades, con todos los rumbos que regala.

C.M.SB.



viernes, 27 de noviembre de 2015

Todo ese fuego

No sé cuándo comenzó mi fascinación por las hermanas Brontë. Quizás su origen se encuentre en la primera lectura de Jane Eyre, novela que consigue atraparme desde la primera página cada vez que vuelvo a ella. Quizás aquellas páginas me invitaron a indagar sobre la vida de quien las había escrito: Charlotte. Y tal vez fue la propia Charlotte quien me cogió de la mano y me condujo hasta sus hermanas. El caso es que la fascinación comenzó muy temprano y perdura hasta hoy. Por eso, en cuanto descubrí Todo ese fuego de Ángeles Caso, volé a la librería para hacerme con un ejemplar. El libro me acompaña desde entonces en mi café diario, junto al ventanal, en esos momentos en los que todo desaparece, en los que soy enteramente feliz.  Cada palabra me hace viajar a esos páramos que ellas tanto amaron, cada línea me dibuja el baile del brezo movido por el viento, cada página me adentra en las brumas o en esa sala donde tres cabezas se inclinan afanosamente sobre el papel. Me parece ver la escena iluminada por la chimenea: Charlotte, Emily y Anne sentadas alrededor de la mesa, unidas por la misma pasión, por el mismo deseo. Imagino sus mejillas sonrojadas, sus ceños fruncidos por la concentración, esas mentes bullendo en el saloncito a través de cuyas ventanas no se vislumbra más que la soledad del paraje. Casi puedo sentir el frío del exterior, casi puedo oír el silencio de la noche o el golpeteo de la lluvia en los cristales.  Oigo el tic tac del reloj y el susurro de las telas de vestidos largos, oigo el bostezo de los perros que dormitan junto al hogar. Casi puedo oler la leña quemada, la tinta que se seca sobre el papel. Casi puedo palpar esos sueños, ese anhelo de libertad, todo ese fuego.

C.M.SB.

Diario de Emily Brontë (26 de junio de 1837)



"Caminaré adonde mi naturaleza me lleve,
pues me humillaría elegir otro guía.
Allí donde pastan entre helechos los grises rebaños,
allí a la montaña, donde brama el viento salvaje".
(Emily Brontë)

domingo, 22 de noviembre de 2015

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Música

Terminada la jornada (laboral), me refugio en este espacio que me permite desconectar del exterior. Desaparece el decorado y mi atención se centra por entero en una ventana en blanco. Los dedos buscan las teclas y mis oídos se recrean en ese sonido que acompaña a las palabras conforme van quedando escritas. Ese ruido, pequeño y familiar, es música a estas horas del día.
Hoy he comenzado esta entrada con la intención de recomendar el libro que acabo de terminar. Voy a cumplir mi propósito. La autora es Patricia Esteban Erlés. El título, Casa de Muñecas. La editorial, Páginas de Espuma. La ilustradora, Sara Morante. 
Casa de Muñecas se compone de un buen puñado de microrrelatos. También podría decir que recopila un magnífico puñado de escalofríos. Aquí dejo una idea, una frase extraída de un texto cuyo título es Volver: "No sabíamos que la vida es una calle que se cruza deprisa para llegar al otro lado".

Ahora cierro esta ventana. Se acabó la música por hoy.

C.M.SB.





  

lunes, 9 de noviembre de 2015

La desconocida

Se contempló como cada mañana. Y con la punta de los dedos, repasó las breves arrugas que el tiempo había grabado en su piel. Contó sus pecas y comprobó que el número era el mismo que en su infancia. Se miró a los ojos y se vio parpadear: una, dos, tres veces, cinco, diez. Luego, trazó con los labios aquel mohín con el que tantas veces se había visto en las fotografías de juventud. Se detuvo en cada lunar y se perdió siguiendo la ruta de sus poros. Se miró con tanta insistencia que acabó encontrando a la desconocida que veía cada mañana, aquella que, atrapada en el espejo, repasaba con la punta de los dedos las breves arrugas que el tiempo había grabado en su piel.

C.M.SB.

Ana Juan



jueves, 5 de noviembre de 2015