Paseas. Observas. El sujeto A se encuentra con el sujeto B. Se paran, se saludan, se cuentan. Oyes sus voces. Sin duda, la alegría de ambos es sincera. La conversación es breve y cada uno retoma su camino. Ves la espalda del sujeto B mientras se aleja. El sujeto A viene hacia ti, de frente. Todavía le dura la sonrisa, la felicidad de ese encuentro pasajero. Y tú no lo puedes evitar. Sonríes. Probablemente también el sujeto B.
C.M.SB.
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