Llueve y nace la vida. La vida se abre paso a través de las grietas y las rendijas, se asoma entre los huecos y hace piruetas para alcanzarnos. La vida se nos presenta con todo su color, con toda su viveza. Imposible escapar a ella, imposible pasarla por alto. Nos rodea y planea sobre nuestros cuerpos, se enreda en nuestras manos, se pone a nuestros pies. Se adapta a nuestro mundo, nos reclama y, en nuestro caminar, se hace absolutamente ineludible. La vida se impone. Quiere ser vivida.
C.M.SB.
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