jueves, 10 de septiembre de 2015

El primer día

El niño agarró la mano de su madre y echó a andar. Sus pies se encontraban a gusto dentro de los zapatos nuevos. El niño miraba como si sus ojos quisieran acostumbrarse a estudiarlo todo desde el primer momento y sonreía mientras su madre le contaba lo bien que lo iba a pasar en clase, mientras le hablaba de sus nuevos amiguitos, de lo mucho que aprendería. Estrenaba babi y mochila. Libros y cuadernos. Lapiceros y cartulinas. 
Conforme avanzaban, la calle se veía llena de otras madres y de otros niños. Atravesaron una puerta grande. Recorrieron un largo pasillo. Había mucha gente, mucho ruido y en el aire flotaba el polvo de las tizas. Los otros, aquellos que serían sus amigos, lloraban agarrados al cuello o a las piernas de sus padres. También él se puso a llorar. Quería volver a casa, quitarse el babi y los zapatos. De repente le hacían daño. Quería ponerse los viejos, los de antes, los que llevaba la víspera, cuando todavía era pequeño y el mundo, un lugar seguro.

C.M.SB.

Soizick Meister

No hay comentarios:

Publicar un comentario